miércoles, octubre 03, 2007

Proyección inversa

Uou! 4 meses sin escribir, no sé si desde que existe La Periferia hubo un parate tan largo. Sigo escribiendo, igual no tan asiduamente como querría, en Ponte la Peluka y claramente desde otro lugar muy diferente. Y me cuestiono si no debería juntar un poco ambas temáticas en el mismo blog, aunque lo personal y lo profesional no tienen mucho que ver, salvo que, claro, surgen de la misma persona.

Al grano.
Pensaba hoy mientras leía el mail de una amiga, y por eso es que estoy de nuevo por acá, en un "concepto" o idea que me da vueltas en la cabeza hace mucho. Que quizás intenté definir por aquí, aunque nunca tan explícitamente (alguna vez fui explícito en algo?).

Uno suele mirar para adelante. Siempre está esa nostalgia, ese "todo tiempo pasado fue mejor", pero francamente miramos hacia mañana... "estoy viejo" en realidad no es una valoración del presente ni una añoranza de la juventud, si no una incertidumbre de cómo estaré mañana... "me mudo" no es en realidad el acto de despedirse de un hogar con historia o de mover mis cosas, si no de verlas en ese lugar nuevo y extraño... "la cagué" no es sólo una expresión de remordimiento presente, también es el terror a las consecuencias futuras de aquella cagada.

El miedo, quizás la sensación más plenamente humana que se puede vivir (por incontrolable, por avasallante, por paralizadora) se justifica pura y exclusivamente por esa tendencia a proyectar, a mirar al instante que viene por sobre el actual o el pasado.

Se puede tener un profundo miedo fruto de un trauma por un episodio pasado. Pero no le tenemos miedo a los que nos pasó, le tenemos miedo a lo que nos puede pasar, incluso a los que nos puede volver a pasar.

¿Y la angustia? ¿Nos angustia lo que pasó? ¿O nos angustia ese "que será de mí ahora que me pasó esto"?

Pero el tiempo enseña. Sí, el tiempo envejece, alimenta el olvido, cura heridas como dicen y hasta profundiza rencores... pero por sobre todas las cosas enseña. Y una de las cosas que enseña es que todo pasa. "No jodas, se viene un post gagá, lleno de lugares comunes, de autoayuda". Ja, quizás sí, no sé, veremos.

El punto es este... Un día, cuando ustedes o yo teníamos, por decir algo, 15 años... ¿cuántas cosas nos angustiarían, cuántos profundísimos problemas tendríamos? En serio! Por ejemplo... Yo era un arquero bastante aceptable (sí, alguna vez jugué al fútbol). Un día, jugando contra otro colegio, me hicieron 10 goles... sí, 10 a 0. A partir del día siguiente mi sobrenombre fue Clemente (famoso personaje del humorista argentino Caloi, cuya característica más notoria es no tener brazos). Qué golpe a la autoestima y la popularidad, qué ganas de comprarme una vida en Tailandia si hiciera falta.

Qué problemas los míos. Quizás el lector a esa misma edad vio a sus padres divorciarse, o peor, perdió a uno de ellos. Se trata de eso, de la subjetividad de la problemática humana, y por sobre todo de la temporalidad de tales problemáticas.

Porque un día ya tenía 16 años, qué grande, y me acordaba muerto de risa de tan trágica etapa de mi vida, los 10 goles, Clemente y las ganas de meter la cabeza en el pozo del avestruz. ¿Problemas esos? No, de ninguna manera, problemas tengo ahora... esta vez sí la cagué, descubrí ciertas sensaciones extrañas pero interesantes debajo de mi bragueta, exploré de más y me tengo que ir a confesar a la iglesia. Me despierto en medio de la noche, todo transpirado por una pesadilla atroz, maldito pecador, me voy a ir al infierno, tengo que ir a ver al cura, pero qué vergüenza. Sí, sí, no hace falta que me lo repitan... problemas lo que se dice problemas son otros... yo también repito: de eso se trata.

Cuestión que los 17 sí fueron un punto de inflexión en este sentido. Claro... fin del secundario (y por primera vez jugado con las materias para terminar a tiempo), elección de carrera... todo ese futuro lejano en las manos de la decisión de un pobre idiota de 17 años. El cura se cagó de risa cuando le conté de mis atrocidades, me preocupaba por pavadas evidentemente. Pero ahora no, ahora estoy jugándome la vida sobre la base de un par de panfletos sobre maravillas de la vida profesional, y para colmo tengo que estudiar como un condenado porque si no llego a pasar alguna de las 4 materias que todavía están por debajo del promedio, mi familia se va de vacaciones y yo los alcanzo más tarde. Trágico, francamente trágico.

Podría seguir por un rato largo. Tengo 29 años mientras escribo esto así que quedan como 12 drásticas transiciones para describir, y obviamente, una más problemática que la otra, y a la vez más inocentemente estúpida.

Quién sabe en cuál de tantas transiciones, angustias, proyecciones, miedos o espantos empecé a ver las cosas un poco diferentes. Quizás fue cuando corté con esa novia con la que estuve tres años, tanto amé, tanto proyecté y tanto me pelee. O puede haber sido cuando tuve que rendir el maldito final de Análisis del Discurso por cuarta vez. Quizás fue al enfrentarme a mi primer despido de un trabajo, en plena crisis argentina del 2001 y sus posteriores 8 meses de pozo absoluto. O al irme de mi país y venir a México, quien sabe, hay experiencias que por más pasivamente que uno las viva te marcan indefectiblemente, cambian el foco de tus pensamientos.

Y lo que pasó entonces fue lo que intento definir como "proyección inversa". ¿Si tantas veces me rei (o al menos esbocé una sonrisa de alivio) por aquel drama inconmensurable que me atrapó en un pasado bastante cercano, porqué no empezar a ver los problemas de hoy con esos ojos risueños que los van a recordar dentro de un año (o dos o tres o veinte)?

El miedo, como decía al principio, está anclado en el futuro. El perro que viene corriendo hacia vos, furioso, es miedo en estado puro. Mañana a lo sumo es dolor en esa pierna mordida que no acaba de sanar. Y miedo también, ya no a ese perro que corrió furioso y mordió sin compasión, si no a que venga otro corriendo mañana o dentro de dos minutos.

¿Se puede eliminar el miedo a que pase algo en el futuro cercano o lejano? No, seguramente no. Se puede eliminar la angustia por lo que acaba de pasar y nos hunde arruinándonos la vida? No, seguramente tampoco. Pero sí se puede mirar diferente, proyectar alrevés, entendiendo que mañana podríamos reirnos del miedo y de la angustia, e incluse de la vergüenza y el remordimiento. Total, para qué preocuparse de los tontos problemas de hoy, si los de mañana pueden ser mucho peores.

Ya ven... el pesimismo puede ser la mejor arma del optimista, y la preocupación puede ser la mejor arma del relajado.

Atentamente,

Jorge Bucay (aunque sin plagio)

12 Comments:

Blogger Matilda said...

Primero: mis mas sinceros respetos hacia Clemente, bravo!

Segundo: coincido en que no le tememos al pasado, sino a lo que viene, o tal vez a que se repita algun hecho, o alguna sensación similar vivida años atrás.

Tercero: respecto a la angustia (mirá que vengo entrenada), la angustia es 100% atemporal. Esta ahí, dentro nuestro, latente. A veces le damos mas lugar y la dejamos que se exprese, y otras, elegimos omitir su mensaje y tomarnos unas chelas en vez.(en muchos casos es la desición acertada y la mas aplicada, no?)

Mmm cuarto: parrafo polémico el que sigue. El tiempo no creo que cure, creo que cicatriza, pero no cura. Hay ciertas cosas, ponele Clemente, ponele cuando mamá me disfrazó de gato siamés para el colegio y sostenía fervientemente que las medias color piel no dejaban translucir mi bombacha blanca, y yo crédula, (siempre le creí todo), salí a bambolearme cantando a la mejor manera de Broadway "We are siamisses if you pleases..." hasta que mi canto se vio interrumpido por una risotada de un chico de 10 que señalaba mis piernitas bamboleantes y si, mi bombacha translúcida. Menudo quiebre emocional el que me tocó vivir. Si bien hoy me río de mi cuasi striptease a los 8 años, creo que todas esas cosillas vividas dejan una gran huella, que con determinadas experiencias posteriores, pueden reaparecer de otra manera y sumarse a lo que hoy uno enfrenta. Nose si queda claro: creo en que todo, por mas pequeño, gracioso o insignificante que nos parezca hoy, todo queda adentro. Decimelo a mi que hoy padezco de la misma manera y lloro de la misma forma que lo hice a los 8 por mis ojos, cuando me dijeron que teniá que usar anteojos, de hipermetrope (lo menos). Hoy estoy lidiando para poder seguir usando lentes de contacto, pienso en anteojos y revivo esa angustia de la infancia cuando me atrincheré en el auto llorando a mares, porque ODIO LOS ANTEOJOS.

Quinto: en la subjetividad de la problemática humana esta todo, tal como lo dijiste. No porque a mi me haya tocado perder a mi padre a los 17, significa que hay que menospreciar la pesadilla atroz del aquel joven pecador. Para aquel joven, las pesadillas era lo que le tocaba lidiar en ese momento, mientras que a otro le tocaba perder otra cosa un poco mas grave, pero no más importante. (Hablando de pesadillas, te acordás cuando hablamos en mex, una noche de ese tema, bueno.. después tengo algo para contarte)

Sexto: el foco cambia, sin lugar a dudas, la misma vida se encarga de tornearte a su gusto y de modificarte la mirada hacia las cosas. Todo lo que viviste, gracioso o no, nos marcó y lo creamos o no, nos hacen ser las personas somos (Clemente , la striper) y como reaccionamos.

Séptimo: Y como el miedo a que nos pase algo en un futuro cercano o lejano no se puede eliminar.... volvemos al comienzo de post, a este never ending story, y cito nuevamente la última frase que postié en la flia argentina:

"Tu no tienes que entender la vida, entonces te será como una fiesta"

A tu salud guero!

4/10/07 12:36 p.m.  
Blogger Matildas said...

Transitar la vida con sus angustias, frustraciones, miserias y alegrias es parte de la pasión.

Por eso no me gusta Bucay, Coelho y sus secuaces. Te hacen sentir culpable de enfrentarte a la vida con pasión cuando pretenden que no suframos que no nos decepcionemos que
no nos frustremos.

Positivamente.

Matildas

4/10/07 1:43 p.m.  
Blogger Matilda said...

Exacto, como me dijeron hace poco: "no hay resurrección sin pasión"
Dejando lo místico de lado, creo que sin bajadas, no hay subidas. Así que mal que nos pese ahora, bien valdrá la pena a futuro. O por lo menos eso es lo que elijo creer-

Mmmmm de vuelta apareció la pastora Irma... puaj.
Sabrás disculpar

4/10/07 6:58 p.m.  
Blogger Peluka said...

Si tengo amigos intensos son ustedes dos, acá reunidos para comentar mi post bucayiano.

Teresiña, ya no sé dónde coincidimos y dónde no. En gral creo que viene todo muy alineado. Quiero saber de esos sueños locos y quiero una foto disfrazada de gato siamés, jaja.

Por cierto: cuando leí el post de la Flia un rato después de publicar el mio, me fascinó ver la elaboración de mis ideas y cómo se puede decir en sabio lo que uno trata de expresar a borbotones.

Machías, intensito querido, vos seguí dramatizando cada instante, que sé que eso te hace feliz y pleno.

6/10/07 12:02 a.m.  
Blogger Matilda said...

Je, je. Si es cierto, todo va alineado.
Respecto a la foto siamesa, en cuanto abra mis cajas embaladas,tendré que analizar si el trauma esta superado como para mostrártela. No va a ser fáci. No te prometo nada!
Lo sueños y demás detalles iran via mail, a o ahora que soy moderna tal vez algo en facebook.

Baccio

Intense Matil.

6/10/07 11:09 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Al fin volvimos...

Coincido con Mati 100%... pero yo creo (enfrentadora de miedos jodidos por naturaleza) que SIEMPRE, lo mejor esta por venir y si todo pasa... con el tiempo, por q angustiarse o sentir miedo ?? en definitiva la vida es tan corta y tan puta, q difrutemosla como venga !!!

Besos pelush... matute te veo el miercoles ! extrañaba la filosofia.

8/10/07 8:55 p.m.  
Blogger Matildas said...

Hola.

Queria firmar con mi original seudonimo el cual lo registré hace varios años ya...

9/10/07 11:54 a.m.  
Blogger Satamarina said...

hola peluka.

Me gustó la mirada.

saludos

23/10/07 8:41 a.m.  
Blogger Doña M said...

Recorriendo un dia feriado algo aburrida Facebook cai "par hazard" en tus blogs y no me preguntes porque me quedé clavada leyendo las historias interesantes de un perfecto desconocido. Asi que me armé de valor y te "posteo" mi coment para decirte que me alegraste el día porque de alguna manera con tus historias periféricas y muy urbanas sentí algo familiar (lease a gusto, cómoda ....) Enfin es algo dificil de explicar pero bueno no quería dejar de comunicartelo. Si escribis en la red para ser leido creo que recibir un feedback es reconfortante para seguir haciendolo y tan bien como lo hacés hoy en día.
Muchas gracias !

6/11/07 6:27 p.m.  
Blogger Peluka said...

Recibir un feedback de un perfecto desconocido es muy reconfortante. Gracias.

23/11/07 1:50 a.m.  
Blogger Fernando Vera said...

CREO QUE LLEGUE TARDE, PERO IGUAL DEJO MI COMENTARIO..
MUY PROFUNDO EL POST Y A LA VEZ COTIDIANO, ME GUSTÓ MUCHO. PERO ME PREGUNTO: SI PERDEMOS ESE MIEDO GENUINO, ESA DRAMATIZACIÓN, ESA MAGNIFICAICÓN DE LAS EMOCIONES. NO NOS VOLVEMOS MENOS HUMANOS?
NO TE RESULTA MEJOR MIRARTE PARA ATRAS Y REIRTE DE TU MAGNIFICAICÓN DE LOS DRAMAS, QUE MIRAR Y NO ENCONTRAR NADA?
UN ABRAZO Y ESPERO ALGUN NUEVO POST...

19/5/08 10:34 a.m.  
Blogger Matilda said...

Visitando blogs que hace añares no leía, me topé con "La Periferia" y releí "Proyección inversa".
Tal como la primera vez, el efecto fue el mismo, mi cabeza volvió a pensar mucho, y se abrieron nuevos interrogantes.
Seguiré pensando y riéndome según el caso, y a la vez, reivindicando lo que escribió Fernando "enalteciendo nuestra condición de humanos".

Saludos.
Volvé a escribir Agus!

2/6/08 10:35 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home


¿Hay otras Periferias?