viernes, junio 24, 2005

Aquellos descansos dobles

Le gustaba jugar con su cuerpo.
Eran juegos inocentes, casi de niño. Boca arriba en la cama, la luz apagada aunque sin necesidad de oscuridad total, los codos doblados apoyando las manos sobre el pecho.

Así se quedaba. Los ojos cerrados eran la carnada para el sueño. El cuerpo quieto, un ansia de descanso. Se relajaba lentamente como jugando con esa dicotomía cuerpo mente. Sin moverse siquiera, lograba que su cuerpo se fuera hundiendo en almohada y colchón lentamente, mientras sentía como su eter iba quedando allá arriba, donde el cuerpo ya había cedido, bajando, relajado, quieto.

De a poco se iba desprendiendo de cada parte. Primero dejaba de sentir los dedos de las manos, que rápidamente contagiaban a las manos mismas, brazos, hombros. El pecho, imposible inmovilizarlo, seguía sintiendo el peso, pero sin la correspondencia del tacto manual.

Las piernas también entraban en el juego. La piel, adormecida, iba cobrando menos vida que los pelos mismos sobre ellas. Junto con el cuerpo, iban encontrando espacio en el colchón y cediendo espacio en el aire.

Luego la cara, tan estática como fuera posible, iba resignando partes de a poco. Los cachetes, la pera, la frente. Cada sector en su descanso independiente. La mente viva, el cuerpo yendose. De a poco. De a partes.

A veces lo aquejaba una picazón repentina. La desesperación por estirar una mano, rascarse, romper el embrujo. A veces lo vencía, a veces no.

Cuando no, disfrutaba de ese momento en que ya casi todo su cuerpo dormía mientras su mente seguía activa. Vivía más concientemente el endrogamiento de su cerebro que de a poco luchaba por acompañar al resto de su ser hacia el sueño y el descanso.

Sin un cuerpo que controlar ya no queda mucho trabajo que hacer. Es hora de dormir, por más que se niegue el dueño. Y así se iba, a los tirones, por tierras oníricas que por lo general lucen mucho más atractivas que un cuarto en penumbras, una cama y un cuerpo desaparecido.

Aquellos adormecimientos, casi siempre, generaban noches plácidas, pacíficas, ininterrumpidas. Otras veces, todo lo contrario.

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

COMO SIEMPRE ME ENCANTA LO QUE ESCRIBES, PERO SABES QUE ME HA PASADO EN LOS ULTIMOS DIAS NO ME HABIA ATREVIDO A ESCRIBIR NINGUN COMENTARIO, NO PORQUE NO QUISIERA O PORQUE EL POST NO LO AMERITARA, SINO POR LA SIMPLE RAZON DE QUE ME HE DEDICADO A LEER Y LEER TANTO LOS POST COMO LOS COMENTARIOS Y LAS RESPUESTAS QUE LE DAS A ESTOS, Y LLEGO A LA CONCLUSION DE QUE EXISTE UNA ESPECIE DE MAGIA ENTRE TU Y TUS AMIGOS ES COMO SI DE REPENTE EL BLOG SE HUBIERA VUELTO EL CENTRO Y YO ESTUVIERA EN LA PERIFERIA, SIN PODER SENTIRME PARTE DE ESTE, O SERA SOLO QUE YO MISMA ME ESTOY MARGINANDO Y ME SIENTO FUERA DE LUGAR DENTRO DE UN FORO HECHO POR UN CHICO DEDICADO A SUS AMIGOS EN DONDE SOLO ELLOS TIENEN LUGARES??? NO SE SI ME VOLVI PERIFERICA A USTEDES O ESTOY SUFRIENDO DE UNA CRISIS DE MARGINALIDAD.

24/6/05 6:16 p.m.  
Blogger Peluka said...

Hola Lulú... se te extrañó por acá!
Lo de los amigos... bueno, no te culpo por sentirlo. Muchas cosas tienen sus códigos, elementos sobreentendidos, etc. Pero eso no genera diferencias a la hora de la participación de esta periferia, que sí, se está tornando central.

Lo interesante de esto es, justamente, que de alguna manera hablamos como despojados de esos condicionamientos. Yo me tuve que deshacer de mil prejuicios y miedos para escribir y ellos (ustedes) muestran facetas que en la relación cotidiana no mostraban.

Eso nos hace, al menos por un rato, empezar a todos de cero. Y ese empezar de cero nos iguala a extraños y viejos conocidos.

Al menos acá, en La Periferia. Lo demás queda en mails y charlas telefónicas.

24/6/05 6:25 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Qué flash Pelu. Leí tu post y me sentí un barrilete cósmico!!!
Será que estoy padeciendo el síndrome de la periferia voladora?

24/6/05 10:59 p.m.  
Blogger Peluka said...

Mmmmm...
Es un barrilete cósmico demasiado real. En este post no hago más que describir una costumbre mía de años y que todavía ahora a veces repito.
Invito a practicarla, al menos alguna vez. Y me cuentan qué onda...

25/6/05 3:37 a.m.  
Blogger Naty said...

Qué bueno, qué bueno que está esto que estoy leyendo. Es muy auténtico, eso me encanta. No escribe mal este flaco. Le pongo un comment.

25/6/05 9:58 a.m.  
Blogger Naty said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

25/6/05 9:58 a.m.  
Blogger Peluka said...

Juajajaja

25/6/05 11:37 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home


¿Hay otras Periferias?