viernes, julio 22, 2005

Yo les dije que le digan a Don 8!

Don 8, evidentemente, hacía un uso geopolítico de la dicotomía periferia - centro. Pero lo que me llamó la atención es que por momentos se sale de hablar de México o "el mexicano" y se atreve a hablar de todos los hombres.

El centro si existe, como dice Lulú, aunque puede existir de esa forma virtual, no lineal que tiró tan crípticamente Naty. Es más, cada vez que repienso su teoría me resulta más verosímil.

Pero Don 8 no se queda en esas palabras. El último capítulo, que en realidad es un Apéndice, se llama La Dialéctica de la Soledad. Después de describir al ser nacional desde los ejemplos extremos, los mitos de la historia y los puntos de inflexión políticos que fueron la Conquista, la Reforma, la Revolución, se sienta a definir a un ser humano ya no mexicano sino global basado en esa soledad, primera y última compañera de ruta de cada uno de nosotros.

Estoy tentado de transcribir muuuuuchas líneas. Encontré tantas explicaciones a esa periferia que tanto fui rascando en estos meses que me quedé atónito. Es como un manifiesto de la periferia ya no propia (mi periferia, la de Agustín) sino la que suele hacerme decir que al fin y al cabo todos somos un poco periféricos.

Les propongo un ejercicio. En los párrafos que siguen cambién "soledad" por "periferia", "solo" por "periférico" y así...

"Todos los hombres, en algún momento de su vida, se sienten solos; y más: todos los hombres están solos. Vivir, es separarnos del que fuimos para internarnos en el que vamos a ser, futuro extraño siempre. La soledad es el último de la condición humana. El hombre es el único ser que se siente solo y el único que es búsqueda de otro."

"Nacer y morir son experiencias de soledad. Nacemos solos y morimos solos (...) Entre nacer y morir transcurre nuestra vida. Expulsados del claustro materno, iniciamos un angustioso salto de veras mortal, que no termina sino hasta que caemos en la muerte."

"El sentimiento de soledad, nostalgia de un cuerpo del que fuimos arrancados, es nostalgia de espacio. Según una concepción muy antigua y que se encuentra en casi todos los pueblos, ese espacio no es otro que el centro del mundo, el "ombligo" del universo (...) El mito del Laberinto se inserta en este grupo de creencias."
(Nota: el Paraiso, Mictlán, Roma, la Meca)

"No sólo hemos sido expulsados del centro del mundo condenados a buscarlo por selvas y desiertos o por los vericuetos y subterráneos del Laberinto. (Nota 2: lo que viene acá me mató) Hubo un tiempo en que el tiempo no era sucesión y tránsito, sino manar continuo de un presente fijo, en el que estaban contenidos todos los tiempos, el pasado y el futuro. El hombre, desprendido de esa eternidad en la que todos los tiempos son uno, ha caido en el tiempo cronométrico y se ha convertido en prisionero del reloj, del calendario y de la sucesión (...) La medición espacial del tiempo separa al hombre de la realidad, que es un continuo presente."

Y termina:
"El hombre moderno tiene la pretensión de pensar despierto. Pero este despierto pensamiento nos ha llevado por los corredores de una sinuosa pesadilla, en donde los espejos de la razón multiplican las cámaras de tortura. Al salir, acaso, descubriremos que habíamos soñado con los ojos abiertos y que los sueños de la razón son atroces. Quizás, entonces, empezaremos a soñar otra vez con los ojos cerrados."

Hasta aquí Don 8. Juro que podría haber sido mucho más largo y denso.

Y ustedes dirán: "bueno, este pibe se dio cuenta al final de que todo el blablabla de La Periferia era simple soledad, justificación de lejanía, ostracismo, encierro...".

Y no. La conclusión que saco de esta dulce lectura es que quizás La Periferia (quizás) es concientización, desarrollo y disfrute de esa condición a la que estamos atados todos. Periferia es entender esa soledad y aceptarla, vivirla y aprovecharla. Es sacarle el jugo sabiendo que es necesaria y hasta obligatoria.

Quizás. Hoy. Ahora. Acá.

3 Comments:

Blogger Matildas said...

No sé como explica el progreso Octavio Paz, sin todas estas limitaciones que el progreso nos da. Vivir en el paraíso?

Hay un libro de Unamuno, creo que es Del Sentimiento Trágico de la Vida, en el cual postula que el Pecado Original es el disparador del progreso.
Bienvenido el pecado original.

23/7/05 4:22 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

En estos dìas me tocò leer bastante sobre la soledad, de hecho estoy leyendo "cien años de soledad", y en una parte del libro dice:..."el coronel Aureliano Buendìa apenas si comprendiò que el secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad..."., y pensè que muchas veces puede llevarnos toda la vida poder entender,aceptar, vivir y aprovechar la soledad, que creo yo, en definitiva no es otra cosa que lograr tener una buena relaciòn con nosotros mismos.

23/7/05 6:34 p.m.  
Blogger nat - diego said...

A mí me costó bastante entender el placer necesario de la soledad, es un refugio, del que necesito entrar y salir varias veces en el tiempo y el espacio.

25/7/05 9:55 a.m.  

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